lunes, 12 de mayo de 2008

Relato y cuadros del 2008







Atrapado.

Hoy finalmente sucedió. Quede atrapado por mi mente.

Ya era tarde, estaba oscuro. Yo escapaba de mi trabajo, al llegar a la parada me subí al primer ómnibus que me alejara del centro y me llevara hasta mi taller.
Ni bien me subí, note que el conductor esta con la radio un tanto fuerte escuchando el informativo de la noche.
Ya conozco las tretas para escapar a dicha agresión, así que me escondí lo mas atrás que pude en el ómnibus, que por una de esas casualidades era bastante nuevo y no hacia el ensordecedor y sedante ruido que hacen la mayoría. Sumado a esto, se ve que el dueño había instalado unos flamantes parlantes.
En definitiva quede sentado en el fondo del ómnibus y aun así escuchaba toda la mierda de las noticias. El regocijo morboso de los buitres inmundos de los reporteros anunciando con gracia enfermiza, con deleite sádico, que tenían en exclusiva el testimonio de una madre cuya niña había sido brutalmente asesinada.

Como en ocasiones anteriores, como último recurso para no oír dicho testimonio ni los comentarios de los reporteros, me tape los oídos con mis dedos y comencé a canturrear para mis adentro. Intentando esconderme, como se esconden los niños tapándose la cara.
Pero las putas palabras.
Forense.
Informe.

Penetraban en mi defensa como balas de fuego.
Violación.
Declaración.

Impactaban en mí dejándome herido.
Familiares.
Brutal

No resistí, me baje en la parada siguiente a la que había subido, aun metido en la peor parte del centro administrativo, ya desierto y amenazante por lo desconocido que son los personajes que viven en esa parte pobre de la ciudad.

Así que ahí quede, esperando otro ómnibus. Justo el que me sirve demora así que me dio tiempo para mirar las estrellas que asomaban ni bien podían detrás de las nubes que, como a mi me hubiera gustado, huían de la ciudad rumbo al mar, iluminadas de abajo como zeppelines furtivos.
Me calme.
Tome aire, ese aire que para esa hora estaba quizás con un 50% menos de humo del transito.
Ta.
No podía ser tan maricon y no subirme a un ómnibus porque fueran escuchando las noticias. Tenia que dominar la situación y a lo macho encarar el tema.
Ta
Vino entonces el ómnibus, deje como siempre que todos subieran antes que yo y parado en el primer escalón le pregunte al chofer si eso que yo escuchaba era el informativo…
El señor no entendió, claro, jamás nadie le ha preguntado eso

“Es el 145…..”
“Que si escucha el informativo.”
“Si”
“Gracias” Y me baje.

Me baje sabiendo que me enfrentaba nuevamente a una larga espera. A la soledad de la ciudad a mi mismo solo con mis pensamientos.

Lentamente el pánico comenzó a mancharme la piel. Pequeños círculos de color negro que se iban ampliando y superponiendo, hasta dejarme totalmente oscuro como el cielo, como las ventanas negras que me miraban desde los edificios, esas oficinas vacías, que a esa hora no eran de nadie, solo la noche yo, y me vino el terror de estar atrapado por mi mente en medio de la ciudad.
¿Qué iba a pasar?
¿Qué podía hacer?
¿Y si todos los ómnibus venían escuchando el informativo?
Espere
Y espere
Pensaba en el morbo de los humanos, en el regocijo de los periodistas por tener una noticia “impactante” como le dicen.
Pensaba en las miserias humanas, en lo humanos que somos, como tratamos a los iguales. Somos unas mierdas.
En eso estaba
Atrapado por mi mente cuando llego el tercer ómnibus.
Ya casi no quedaban personas para subir, pero por suerte una señora lo detuvo. Ella subió, y yo me arrime a la puerta.

Retrocedí como si oliera a mierda el ómnibus. Ahí estaban de nuevo los reporteros comentando, llenándose la boca con la desgracia ajena, masticando con sus dientes la pobre inocencia de las personas.

MADURARA ES HACERSE MAS PERVERSO. Leí hace unos días en un graffiti de la ciudad, y creo que tiene razón

Ahora si el dilema estaba planteado y ya era muy tarde.
Pensaba que tendría que venir alguno que escuchara música, así fuera esa música que esta de moda y me parece la contaminación más grande de todas, hasta eso prefería antes que volver a escuchar a los reporteros.

Ya era tarde
Ya no había taller
Ahora me esperaban ya para hacer los mandados y yo había quedado atrapado, usado mi tiempo de escapar de los demás, de lo normal, del morbo colectivo.
Se que el que está equivocado soy yo, lo se, no intento que nadie me siga ni me entienda.
Pero no me importa, prefiero estar equivocado siendo yo mismo que comer de la olla de mierda que sirven a la hora del informativo.
Coman tranquilos, bueno provecho MORBOSOS…..
Si ta
Quizás es un poco exagerado, pero no me importaba en ese momento.
Ahora estaba atrapado.
Y para peor o para mejor ahí venia otro 145…
Y estaba yo solo ya en la parada, así que estire el brazo
Y entre.
De inmediato las calidas ondas de radio me abrazaron como el calor pegajoso nos golpea en el cuerpo cuando abandonamos en verano la acondicionada oficina.
Si.
Estaban escuchando el informativo.

No ha habido mas detenidos… se lamentaba un periodista…
Pague.
Y me escape para el fondo.
Por suerte el ruido del motor, de las chapas sueltas, de los vidrio que repiquetean, la amortiguación y todo lo demás me generaban una lluvia, una cascada, una nube de ruido que me impedía ver el sol con que los indiferentes pasajeros se dejaban broncear.

Mi color a papa, a mi. Mi soledad al saberme incomprendido.
Ahí me quede en el fondo. Solo
Llegue, me serví un vodka y comencé a escribir.

Ta
Soy así
Medio tarado
Lo se
Acá les dejo algunos de mis cuadros para que vean por donde anda mi mente.
Gracias por leerme
Damián